No corren buenos tiempos para los conservadores en Gijón. En el mes de Agosto se destapó el turbio asunto de las grabaciones en las que varios renombrados concejales populares hablaban sobre su particular manera de entender la política. Emilio Noval y Luis de Prado, la facción crítica del PP gijonés, fueron los artífices de aquella filtración que tanto daño está causando en su partido.
Pero aquellas grabaciones no son las únicas que están en poder de los críticos. Esta semana han hecho públicos otros cortes en los que el concejal Pedro Muñiz les acusa de “deber dinero y no pagarlo por una posición política”, certificando de esta manera las cantidades económicas que los integrantes de las listas electorales debieron desembolsar. De momento, Muñiz y los suyos guardan silencio.
Pero los que no tienen intenciones de callar son Noval y de Prado. Su cruzada continua y el siguiente paso ha sido recoger 800 firmas entre afiliados del Partido Popular de la ciudad para que se investiguen las cuentas de la formación. Luis de Prado demandó a Pilar Fernández Pardo por malversación pero el fiscal jefe de Gijón archivó dicha demanda. A pesar de ello, sigue insistiendo en que hay irregularidades en las cuentas del partido, y en este sentido, ha hecho referencia las 70 cuentas abiertas en un mismo banco, algo que de Prado considera sospechoso.
Por otro lado, Emilio Noval aprovechó su comparecencia ante los medios esta semana para denunciar que la presidenta del PP de Gijón “pidió la cabeza” de una periodista de la ciudad por ser afiliada al PSOE. Algo, que según Noval, ya intentó con más profesionales de otros medios.
La situación para Pilar Fernández Pardo y lo suyos se complica cada día más. Las 800 firmas recogidas por la facción crítica vienen a certificar que desde dentro del propio partido hay un importante sector que no traga con las maneras de hacer política de la actual dirección popular. Todos sabemos que Pardo tiene una ambición sin límites y pretende, a corto plazo, liderar el PP a nivel regional. No obstante, antes debería centrarse un poco en enderezar el rumbo de su partido en Gijón. Cosa que, por el momento, parece harto complicada.